A la vista del publicitado programa de reindustrialización de este gobierno que anuncia la creación de 370.000 puestos de trabajo no cabe sino alucinar ante la escasa entidad de la panoplia de herramientas que se anuncia: Regulación de la seguridad política de la inversión cuando los ciudadanos no saben aun lo que van a pagar por la luz en los próximos meses, se ha abandonado de repente el apoyo a las renovables, el suministro de gas es un monopolio cedido a Cataluña en época de Zapatero como cromo político y que esta causando un enorme agujero financiero a nuestra industria cerámica, responsable del 12 % de la exportación española total, etc.
La segunda medida anunciada es la contratación del Boston Consulting Group (mínimo 10 mil. €). Esto después de contratar a ADECCO por 7 mil. de € para arreglar las oficinas del INEM, etc. No quiero seguir porque el resto de medidas son todas una falacia de power point. Se nota la experiencia del ministro Guindos en Price Waterhouse y Lehman Brothers.
Pero se sigue insistiendo también, como desde hace tiempo, con el dichoso mantra del emprendedurismo. Resulta que con el emprendedurismo se van a solucionar todos los problemas del país. La TV, los políticos, cualquier personajillo de los que pululan por los medios nos imparte conferencias sobre el tema.
Incluso en la universidad, el emprendedurismo se va a convertir en asignatura obligatoria. Resulta que cuando para mantener una beca es suficiente obtener un 5 y, cuando, según Bolonia, hay que aprobar a un mínimo de estudiantes (El Contrato Programa) sea cual sea su nivel de desconocimiento del tema, debemos impartir cuatro clases, con sus inevitables power point, para que estos mismos alumnos se conviertan en empresarios, en España! y ahora!.
Como interesado en el tema y con experiencia de consultor y emprendedor quiero hacer algunas reflexiones sobre el tema.
Conviene, en principio, analizar las estadísticas sobre emprendeurismo existentes en España. La sorpresa que tenemos es que prácticamente no existen. Con alguna honrosa excepción, la multitud de incubadoras, parques científicos, tecnológicos, CEIs, oficinas de empresas, etc. guardan celosamente sus cifras y se rebelaran como gato panza arriba antes de darnos unas cifras desagregadas o científicamente relevantes. Se limitan a darnos informes maquillados donde se trata de vender el concepto sin justificar en modo alguno los resultados reales o el impacto de los dineros públicos invertidos. Y no solo en España. Durante 2003-04 tuve ocasión de analizar, como consultor de la UE, varios programas de incubación con fondos europeos en Grecia (¿¿). Ante los informes poco halagüeños que produjimos, mi compañero Eugene Sweeney y yo, la Secretaria de Ciencia del Gobierno Griego logro que no se renovaran nuestros contratos. A la vista de lo ocurrido en Grecia es fácil adivinar los resultados del programa.
Y los pocos datos que se filtran o logran superar las barreras oficiales no son muy halagüeños. Una tesis doctoral excelente y politicamente incorrecta de ahi su nula difusión, “El emprendedor académico y la decisión de crear un spin off. Un análisis del caso español ” de Silvia Morales defendida en la UV concluye que “las spin-offs se convierten en un medio para aumentar la productividad científica de los investigadores, quienes a través de las empresas tienen a su disposición una mayor cantidad de recursos para desarrollar su actividad científica“. Otro articulo reciente en revision en el Journal of Technology Transfer apuntaba en la misma dirección en los spinoffs de Emilia Romagna. Y, de nuevo otra tesis recientemente leída en Zaragoza por Pilar Latorre apuntaba como la media de empleo de las empresas de nueva creación de los Parques Tecnologicos españoles se situaba en 4 y como la mayoría de empleo la creaban la propia burocracia de los Parques o bien los Institutos Tecnológicos ubicados en ellos.
Para aquellos que quieran entender el fenómeno emprendedor recomiendo ver la serie “History of the Nerds” I,II, III y IV disponible en la web y que ilustra perfectamente como se desarrolló la industria de los ordenadores personales durante los años 1970-90 y porque Silicon Valley es la meca del emprendedurismo.
Y es que este fenómeno no se puede desligar de un análisis sistémico de un país: de la educación primaria y secundaria (factor básico), de su industria, de la sociedad civil, de los medios, del sistema político, judicial (un sistema donde resulta imposible defender una patente), de unos valores imperantes donde el conocimiento, el esfuerzo, la asunción del riesgo, la iniciativa no son relevantes y donde el capital riesgo se ha dedicado a financiar aparcamientos. Y sobre todo, un país donde la corrupción ha alcanzado cotas de normalidad inaceptables (.
Es absurdo que se pretenda que la universidad se convierta en cuna de emprendedores cuando la componen individuos cuyo objetivo es un empleo fijo, la gobiernan grupos de poder que llegan al mismo intercambiando votos por puestos en la gestión, donde la meritocracia es aun objetivo inalcanzable y donde aun tenemos una asignatura pendiente que es la transferencia de tecnología.
Si queremos lanzar el emprendedurismo efectivamente hay que analizar la situación real y actuar sobre el sistema, es necesaria la colaboración de la industria de la sociedad, lo contrario es imprimir folletos sin contenido. Pero quizás lo que se debería hacer es fomentar directamente el autoempleo lo que seria mucho más efectivo.
Y sin embargo, como comentaba un autónomo en el Mundo hace unos días, el principal problema del autónomo son los impuestos que este tiene que soportar.
Sobre el emprendeduirisno ver el siguiente informe de GEM que nos ilustra sobre la realidad española:
http://www.gem-spain.com/Mis%20archivos/Informes/GEM2012.pdf
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